viernes, 11 de marzo de 2016

Programática


La condición de la vida en la comunidad actual quizás haya dejado de ser la velocidad: como todo lo decisivo puede hacerse a distancia se busca otro tipo de precisión. La escena de la vida tiene un malicioso remate en el ajuste a una comunicación permanente. El morador urbano se debate entre quedar inacabado o ser completado por un tejido de utensilios inteligentes: otra forma del viejo determinismo de la planificación, que conocemos desde la expansión de Roma. La formación de los estados y sus variantes más o menos abstractas de las naciones, ha sido cruzada por innumerables vectores de programación en este hemisferio; las políticas de la anticipación: programas para definir qué pueblos forman una raza, qué razas forman un pueblo, qué raza es una raza y no una degeneración de la naturaleza, qué pueblos se quedan adentro y cuales se van afuera o al otro mundo, todo por anticipado.

Parte previa: Urstaat y paranoia stalinista
Parte siguiente: Sinoiké planificada

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