sábado, 5 de marzo de 2016

Terra Incognita Australis




Cómo ya más o menos sabemos, hace unos quinientos años un grupo de exploradores de la vieja Europa divisó las costas de una tierra desconocida, apenas separada del continente por un estrecho de pocos kilómetros. La “Tierra Desconocida del Sur", conocida por esas fechas como Terra Australis Incognita, era un continente supuesto conjeturado en la Grecia Clásica. Según cálculos desde Aristóteles hasta Ptolomeo, la tierra debía guardar simetría, de modo que una zona no explorada en el sur estaba escondiendo toda esa masa terrestre. Durante el Renacimiento, cuando Ptolomeo pasó a ser la fuente más importante para la cartografía europea, este continente empezó a ser dibujado en los mapas alrededor del polo sur, pero con una superficie que se extendía miles de kilómetros al norte que la Antártida.




Cuando Magallanes intentaba abrirse paso hacía las Molucas en 1520 creyó que Tierra del Fuego era el comienzo de la Terra Australis. También constituían esta fabulosa y vastísima comarca, Nueva Zelanda y Australia antes de ser circunnavegadas. Al comenzar el siglo XVII, Francisco de Hoces, se dio cuenta, antes que ningún otro, de que Tierra del Fuego era un conjunto formado por una gran isla y muchas islas pequeñas separadas por estrechos y canales oceánicos. Los navegantes holandeses Le Maire y Schouten, más tarde, dieron crédito a este hallazgo y el legendario nombre de Terra Australis pasó a ser una referencia etimológica del nombre que recibió Australia.


Parte Previa: Tierra del Fuego, tierra del náufrago
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